El Pulso de la Industria / ¿Sorpresa o consecuencia?

Inevitablemente tenemos que seguir hablando del Señor Trump, aunque podría haber muchos otros temas igual de interesantes o importantes. Ahora resulta que siempre si le aplicó a México y Canadá (y de paso, a la Unión Europea) el arancel al aluminio y al acero.

 

Será que nos tenemos que empezar a acostumbrar que Trump si hace lo que dice, por muy ilógico que nos parezca. El aplicar los multimencionados aranceles después de que, por la razón que sea, no hubo acuerdo sobre el TLCAN, ni tampoco con Europa, es una decisión forzosa en la lógica simplista y electorera de Donald Trump. Nadie debería llamarse sorprendido.

En realidad, ahora son más preocupantes las reacciones de los “afectados” que la propia medida de los EUA. Como ya habíamos explicado en una ocasión anterior, el impacto del acero y aluminio para México, y también para Europa, es relativamente menor.

En mi opinión bastaría con aplicarle a las importaciones de acero y aluminio que provienen de los EUA, el mismo arancel recíprocamente y no darle más importancia de lo que realmente tiene. Me queda claro que es difícil contener el reclamo de la confianza entre aliados que ha sido violada. Pero empezar a ponerle aranceles a frutas, carne, y en el caso de la Unión Europea, al whiskey y a las motocicletas, va a ser agua sobre el molino del Señor Trump confirmando su dicho de que los socios comerciales solo se aprovechan de su país.

Aunque hay algunas voces prudentes que advierten que no hay que entrar en el juego de la guerra comercial, los políticos se sienten llamados a declaraciones altisonantes. ¿Será que en el fondo todos son un poco “trumpescos”? Interesantes en ese sentido los comentarios de los candidatos en México, ¡ahora resulta que el prudente es Lopez Obrador!

Lo que en realidad importa para México que es Trump no haya denunciado el TLCAN. Al contrario, su Secretario de Comercio ha dicho claramente que quieren seguir negociando. Hasta cuando, quien sabe, pero mientras el comercio se seguirá desarrollando con toda normalidad, con excepción por supuesto del acero y del aluminio. Esto es especialmente importante para la industria automotriz, que por cierto no compra grandes volúmenes de acero en los EUA, por lo menos en el caso de las firmas asiáticas y europeas.

Claro que la parte negativa es que la incertidumbre va a continuar, pero la lógica política de Donald Trump es fácil de captar. No denuncia el TLCAN, porque ya entendió que el impacto económico negativo anularía cualquier provecho político. No quiso cerrar las negociaciones en mayo para someterlas al Congreso actual, porque consideró que ante la firme posición de Canadá y México no iba a obtener resultados lo suficientemente impactantes para la campaña de los Republicanos.

Entonces, posterga el tema para después de las elecciones en ambos lados, cuando el resultado del acuerdo ya no sea tan relevante electoralmente. Y además, le pasa la carga de la prueba al presidente electo de México, y no corre el riesgo de que algo que acuerde con la administración actual sea cuestionado por la que sigue.

En fin, sería recomendable dejar en paz el tema comercial por ahora y dedicarnos a otros temas igualmente importantes. La agenda política en México está bastante cargada, por decir lo menos. Y no hemos hablado de la inseguridad, del mercado automotriz, ni del calentamiento global, que en estos días está más presente que nunca.

Donald Trump está enfocado en su reunión con Kim Jong Un, una apuesta política que podría ser más relevante para su futuro electoral que cualquier tema comercial. Y además, siempre se reserva un tiempito para jugar golf, algo que no le vamos a reprochar asumiendo que lo necesita para relajarse un poco…

Escúchamecada segundo lunes en Radio Imagen Puebla, FM 105.1, a las 8:40 PM.

Más información sobre estos y otros temas en mi sitio web www.tkonsult.com.mx.

 

 

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