La Moderna Casa Yitani, una historia que se ha replicado 146 mil veces

100 años se dicen fácil, pero es abrir 146 mil veces abrir y cerrar las puertas del negocio, refiere Yamil Emilio Yitani Maccise, parte de la tercera generación de la Moderna, Casa Yitani, que cumple un centenario de marcar tendencias en la vida de Puebla.

 


 

Los Yitani cumplen cinco generaciones en Puebla, son gente buena, observa Michel Chain Carrillo, secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico, quien refiere como la ciudad ha sido receptiva de gente buena, que quiere trabajar, como los Yitani.

A ellos se suma un conjunto de gente que ha dejado su vida y cultivado el negocio como Eleazar Morales Reyes con 60 años de trabajar con la familia Yitani, así como otros empleados que suman ya más de dos décadas de labores como Patricia López Aguilar, Isabel Peralta Landeros, Jacqueline García, Guillermo Lima Flores, Paz Méndez Cortés, María de Jesús Dávila Ruiz, Luis Jorge Landes de la Fuente, Hipólito Mastrazo Romero, Mario Edmundo Hernández Camacho, Albertina Ángeles Tudillo o Felisa Sandoval Arias.

Ellos, como cientos, como miles, han laborado al lado de los Yitani, que suman 11 hermanos en la tercera generación, tras la fundación del negocio por Jorge Yitani Yamil que luego transfirió la estafeta a Emilio Yitani Checa, definido por sus relevos como un hombre de trabajo increíble.

“Nosotros cuatro como hermanos nunca hemos trabajado juntos lo que él”, define Yamil Emilio, quien también guarda palabras para su mamá a quien define como muy excepcional.

Los Yitani forman parte de esa diáspora que se da en Líbano a la instauración del imperio Otomano, donde muchos salen despavoridos ante la forma de actuar del invasor. “Si hay gente buena, pero fueron momentos difíciles, observa el segundo de 11 hermanos Yitani Maccise asentado en Puebla.

A ellos el secretario de Turismo, Alejandro Cañedo, entrega a nombre del alcalde Luis Banck un reconocimiento por marcar la historia de Puebla.

Tras la Revolución Mexicana arrancó el despegue de La Moderna Casa Yitani, primero en un local chico, luego en el de al lado que ocupaban los relojeros Bonet con quienes hicieron permuta.

Gente trabajadora y buena al fin, tratan de seguir el legado de los padres y los abuelos con valores como honradez y ética.

Ellos fueron de los pocos que en medio de la guerra pagaban a sus proveedores en Europa, en contraste con muchos que esperaron el fin de la conflagración para ajustar sus cuentas.

Muchas historias marca La Moderna, donde las abuelas lo mismo se hacían de sus hilos que de sus telas. Al final de la gala de 100 años se repartió un costurero conmemorativo: Mi abuelita hubiera querido tener uno como éste, refiere una joven mujer cuya familia ha sido parte de los miles de clientes de la Moderna Casa Yitani.