El Pulso de la Industria / Decir lo que es

Por: Thomas Karig

DER SPIEGEL (El Espejo) es uno de los medios noticiosos más prestigiados de Alemania y del mundo, fundado en 1947. Con su lema “Decir lo que es” la revista se obliga a un periodismo de investigación cuyo objetivo es siempre llegar al fondo real y verídico de los asuntos reportados.

En diciembre de 2018 la revista descubrió que unos de sus reporteros estrella, llamado Claas Relotius, había inventado una buena parte de los contenidos de sus reportajes. La aparente calidad de estos le habían valido varios reconocimientos del medio periodístico. El hecho de que Relotius había podido cometer ese fraude sin ser detectado durante tanto tiempo, desconcertó tanto a los responsables de la revista como a sus lectores. Después de establecer la multiplicidad de hechos inventados por el reportero, la empresa editorial inició un ejercicio ejemplar de transparencia esperando así conservar la confianza de sus lectores, relatando en detalle el desarrollo y los resultados de su investigación interna, e iniciando la revisión de sus procesos para asegurar que el caso no se pueda repetir.

Vale mencionar que fue un colega de Relotius el que hizo sonar las alarmas y descubrió el fraude.  En el último reportaje de Relotius sobre la tensa situación en la frontera de México con los Estados Unidos, Relotius (supuestamente) estaba visitando un pueblo fronterizo estadounidense, mientras su colega cubría el lado sur de la frontera. Este colega detectó incongruencias en el trabajo de Relotius y empezó a investigarlo por su lado. Cuando encontró evidencias de fraude, y logró convencer a sus superiores de ello, Relotius finalmente confesó haber inventado personajes, sus historias y entrevistas con ellos.

Este caso es un ejemplo de como una persona puede poner en riesgo a toda una organización actuando en interés propio y en perjuicio de su empresa. En el ambiente actual donde el periodismo en su conjunto es sospechoso de generar “fake news” al servicio de intereses políticos o económicos, casos como este afectan a todo el gremio periodístico.

¿Como podemos prevenir en nuestra empresa que un colaborador, a través de acciones imprudentes o intencionales, perjudique a toda la organización?

El caso Relotius nos recuerda que

  • No solo el resultado cuenta, sino también la manera en que es obtenido
  • La confianza en que las personas se conducen con profesionalismo no sustituye controles objetivos y neutrales
  • Los controles deben estar enfocados no solo a verificar resultados y datos duros, sino también a la manera en que se obtienen

En las empresas, para influir sobre la conducta de las personas, recurrimos a los códigos de conducta o de integridad. El código debe ir acompañado de un sistema de aplicación y manejo de denuncias, para facilitar que las desviaciones se reporten e investiguen. Normalmente no podemos esperar que los denunciantes se involucren de la manera como lo hizo el colega de Relotius en este caso.

Al final, sabemos que no vamos a poder evitar que alguien en la organización que busque un beneficio indebido, actúe con dolo, y de manera sigilosa para que nadie lo detecte. Pero hay manera de prevenir y reducir el riesgo, y de detectar desviaciones antes de que el daño se vuelva demasiado grave.

Para saber más de este y otros temas, pueden consultar mi sitio web www.tkonsult.com.mx

 

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