René Sánchez Juárez
En el séptimo Consejo Extraordinario de Morena, se dio paso a una nueva dirigencia que será encabezada por Luisa María Alcalde, quien se desempeña como Secretaria de Gobernación del presidente López Obrador y también se designó como Secretaria General del partido a Carolina Rangel.
La renovación de una dirigencia es vital para la vida interna de los partidos políticos, los politólogos Mosca, Pareto y Michels planteaban la lucha interna en la clase política, entre los líderes consumados y los nuevos liderazgos que van surgiendo de las bases.
Al parecer en Morena no hay o por lo menos a la vista esta lucha, sino una transición pacífica entre la clase política a los nuevos dirigentes, que la próxima presidenta de Morena es una joven experimentada en cargos importantes de la administración pública y comprometida con las bases del partido.
Otro de los paradigmas que rompe Morena es la licencia que pide la presidenta electa a su militancia a su partido, cuando en tiempos del partido hegemónico del PRI el presidente era Jefe de Gobierno, Jefe de Estado y Jefe del Partido, un presidencialismo exacerbado que hoy ya no tenemos. La separación de la presidenta electa de su militancia partidista es para dejar el mensaje que una cosa es el gobierno y otra es el partido
Con la licencia de la Dra. Claudia Sheinbaum y su retiro de la vida partidista, por lo menos durante seis años, deja una serie de recomendaciones a sus compañeros para mantener la unidad y no caer en la parafernalia del poder y no convertirse en partido de Estado. Sobre todo, para no convertirse lo que hoy enfrentan los partidos que representan la derecha.
Afirmó “Seguiremos gobernando con el principio de por el bien de todos primero los pobres y los principios juaristas de que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre y que con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.
Las metas que tiene la dirigencia electa son altas, ya que deberá enfrentar la elección intermedia de 2027 para la renovación de la Cámara de Diputados y elecciones de Congresos Locales.
Morena en 10 años desde su fundación en 2014 pasó de tener 4 gubernaturas a 25, además de mayorías calificadas en ambas cámaras y un respaldo electoral del 60%. Esto durante la era de Andrés Manuel López Obrador como líder indiscutible del partido y de la 4T.
Mientras Morena administra la victoria con una joven dirigencia, los partidos opositores cuentan con un terrible problema interno, le exigen la renuncia a Marko Cartes presidente del PAN; no le aprueban la presidencia a Alejandro Moreno del PRI y se consumó la pérdida del registro del PRD con todo y esto deberán presentarse juntos o separados en 2027.