El área de análisis económico de BBVA Research planteó que si solamente fuera posible bajar el déficit público a niveles de 3.2% del PIB en 2026-2029, el Saldo Histórico de loa Requqrimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) retomaría su trayectoria ascendente para llegar hasta 57.2% del PIB en 2029.
Aunado a lo anterior, al ser 2030 un año de elecciones presidenciales, se corre el riesgo de que el déficit público pudiera aumentar a niveles cercanos a 4.0% del PIB y que el SHRFSP sea 59.3% del PIB.
Esta evolución, señaló el analista de BBVA Research, Arnulfo Rodríguez, podría encender focos amarillos en algunas agencias calificadoras y terminar afectando la calificación crediticia soberana.
Por ello, recalco, indudablemente, la disciplina fiscal será la clave para evitar este escenario.
Estimó que en 2024 el SHRFSP podría ubicarse en el 50.8 por ciento del PIB, mientras que, sin un mayor esfuerzo de restricción fiscal, la economía mexicana tendría que crecer 2.6% en 2025 para que el concepto más amplio de deuda pública se mantuviera en ese 50.8% del PIB.
Apuntó que usando los supuestos de costo financiero de la SHCP y un crecimiento económico de 2.0% anual para el periodo 2026-2030, el déficit público tendría que ubicarse en niveles de aproximadamente 1.8% del PIB durante ese periodo para que el cociente referido se mantuviera en 51.2% del PIB hasta 2030.
Añadió que dado que no se prevé ninguna reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios durante el próximo sexenio, el agotamiento de los fondos de contingencia, la ampliación de los programas sociales y la continuidad de las aportaciones patrimoniales a Pemex son factores que mermarán significativamente la capacidad del siguiente gobierno federal de lograr superávits primarios de esa magnitud durante dicho periodo.