Políticas sobre ingeniería climática deben privilegiar comunidades marginadas

Con relación a la COP28, la UNESCO presentó un informe sobre la ética de la ingeniería climática destaca los riesgos y oportunidades inherentes a las nuevas tecnologías de manipulación y modificación climática, proponiendo diversas recomendaciones para su investigación y regulación, entre las que recalca que las comunidades marginadas que se encuentran en la primera línea del cambio climático, así como aquellas poblaciones que están más expuestas, deben ser tomadas en consideración e involucrarse en las políticas sobre la ingeniería climática.

El informe propone una serie de recomendaciones para estudiar y controlar la ingeniería climática, entre las cuales destaca que los Estados tienen la obligación legal de evitar daños y, por lo tanto, deben crear una legislación que regule estas nuevas formas de acción climática.

Recalca que las investigaciones científicas sobre ingeniería climática deben realizarse según normas éticas claras que respeten la legislación internacional, así como que los países deben tener en cuenta que sus decisiones en materia de ingeniería climática pueden tener repercusiones más allá de sus fronteras.

Por ello, postula gestionar la puesta en práctica de estas técnicas a escala mundial supone un gran desafío que requiere una colaboración abierta y responsable por parte de todos los países, así como una supervisión constante.

La UNESCO compartirá este informe, así como sus conclusiones, con sus 194 Estados Miembros, para que este asunto primordial forme parte de los debates inter gubernamentales que tendrán lugar durante la COP28.

“Ante la emergencia medioambiental actual, deberíamos considerar todas las opciones disponibles, incluida la ingeniería climática. Sin embargo, su implementación no debería ser en detrimento de los compromisos establecidos en el Acuerdo de París, ni debería llevarse a cabo sin establecer un marco ético claro. La UNESCO colaborará con sus Estados Miembros para construir este marco”, afirmó la subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, Gabriela Ramos.

“La ingeniería climática presenta riesgos, tanto en términos de su interacción con el clima como por su potencial para aumentar los riesgos existentes y generar otros nuevos. Antes de continuar con el desarrollo de estas nuevas tecnologías, es necesario comprender completamente cuáles son sus efectos y sus implicaciones éticas. Todo debate sobre ingeniería climática debe tener una dimensión ética y política simultánea, reflejando los intereses opuestos de diversas regiones y comunidades”, declaró por su parte Emma Ruttkamp-Bloem, presidenta de la Comisión Mundial de Ética del Conocimiento Científico y la Tecnología de la UNESCO (COMEST).

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