La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, instó a los países a impulsar políticas para estimular el crecimiento y reducir la desigualdad, con miras a afrontar el contexto particularmente complejo que vive la región.

Afirmó que la región atraviesa un contexto particularmente complejo, marcado por una trayectoria de bajo crecimiento generalizado a partir de 2014 -con proyecciones de crecimiento de 0.1 por ciento para 2019 y 1.3 por ciento para 2020-, y una desaceleración de la demanda interna acompañada por una baja demanda agregada externa con mercados financieros internacionales más frágiles.

A lo anterior sumó las crecientes y urgentes demandas sociales con presiones para aumentar la inclusión social y poner fin a la cultura del privilegio que naturaliza las desigualdades, la discriminación, las jerarquías sociales y las enormes asimetrías de acceso a los frutos del progreso, la deliberación política y los activos productivos.

La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL subrayó en el XV Foro de Análisis de la Economía Latinoamericana, organizado por el Banco de España en Madrid.que la estructura productiva en América Latina y el Caribe determina un techo máximo de crecimiento que es insuficiente para absorber el crecimiento de la población y asegurar la inclusión laboral.

“Ello no solo descarta, en ausencia de una política más decidida de cambio estructural, toda posibilidad de converger con las economías desarrolladas, sino que revela la dificultad de evitar que se amplíe aún más la brecha existente entre esas economías y las economías de la región y que la región alcance sus objetivos de inclusión social y laboral”, afirmó.

Dijo que desde 2015, la pobreza en la región ha registrado un aumento: un 30.1 por ciento de la población de la región se encontraba bajo la línea de pobreza en 2018, mientras que un 10.7 por ciento vivía en situación de pobreza extrema, tasas que aumentarían a 30.8 y 11.5 por ciento, respectivamente, en 2019, según las proyecciones de la CEPAL.

Explicó que en 2017, el 76.8 por ciento de la población pertenecía a los estratos de ingreso bajos y medio-bajo, que vivía con ingresos iguales o inferiores a 3 líneas de pobreza.

Junto con ello, más de la mitad de la población adulta (52 por ciento) de los estratos medios no había completado 12 años de estudio en 2017, y el 44.7 por ciento de las personas económicamente activas de los estratos medios no estaba afiliada o no cotizaba en un sistema de pensiones.