El escándalo que surgió en Estados Unidos hace cuatro años contra Volkswagen por alteraciones al software de control de emisiones en sus automóviles, entró a una nueva fase y  la empresa se prepara para un proceso que puede durar años, aunque confía en que la demanda sea desestimada.

Los 470 mil propietarios de automóviles de diésel, que se sumaron para un juicio contra Volkswagen pueden enfrentar una lucha cuesta arriba después de que un tribunal alemán cuestionó si realmente perdieron algo debido al software de control de emisiones en sus automóviles, señaló El País. 

Durante el primer día de las audiencias, el juez Michael Neef consideró que los conductores han podido usar sus automóviles, dejando "el tema central" de lo que realmente perdieron.

El juicio arrancó este lunes en la Audiencia de Brunswick, con casi medio millón de dueños diésel fabricados por el grupo automovilístico.

Los propietarios buscan una compensación por el dieselgate, el caso de manipulación de la información sobre emisiones contaminantes.

El tribunal alemán también revisará si alguna pérdida de valor se relacionó únicamente con prohibiciones de vehículos que ocurrieron solo dos años después de que estalló el diéselgate. Incluso si el tribunal encuentra daños, las reclamaciones pueden reducirse debido al uso continuo de los automóviles por parte de los conductores a lo largo del tiempo, dijo.

Se prevé que el tribunal discuta más a fondo el tema en una audiencia el 18 de noviembre en Braunschweig, un lugar cercano a la sede de VW en Wolfsburg.