El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que su gobierno busque "estatizar" el sector energético mexicano y rechazó practique fracking "ni se va a utilizar".

Advirtió que defenderá a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a Petróleos Mexicanos (Pemex) de las empresas privadas, pues lo que "estamos haciendo es poniendo orden y acabando con la corrupción, que existía en la CFE, influyentismo, corrupción, sobreprecios".

Sobre el acuerdo que la Secretaría de Energía (Sener) publicó el pasado viernes en el Diario Oficial de la Federación (DOF) que emite la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional, que restringe proyectos renovables de privados, "dijo que se acabaron los abusos, y no es nacionalización, es defender el interés nacional".

El presidente aseveró que respetará la reforma energética, aprobada en el gobierno anterior para abrir el sector a la inversión privada, pero afirmó, "no se están suspendiendo los negocios", ni los contratos.

"Estoy respetando los contratos en todo el sector energético, pero estas medidas son necesarias para garantizar que no aumente el precio de la luz, entonces se me hace realmente exagerado y de poca sensibilidad social el estar pensando nada más en el lucro", opinó.

Por otra parte, negó los señalamientos de la Alianza Mexicana Contra el Fracking, que acusó al hobierno de incumplir su promesa al haber aprobado siete proyectos con esta técnica en 2019.

López Obrador aseguró que Petróleos Mexicanos (Pemex) no realizó ninguna práctica de fracking o fracturación hidráulica durante 2019, y sostuvo que no existen permisos de yacimientos o perforación con propósitos no convencionales atribuidos a la práctica del fracking.

Aseguró que la práctica de fracking ya está eliminada en México, así como también el uso del maíz transgénico o la explotación minera a cielo abierto, como medidas de protección al medio ambiente.