El tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) abrirá nuevas oportunidades para la proveeduría nacional de insumos automotrices, debido al endurecimiento de la regla de origen del sector que pasará de 62.5 a 75 por ciento.

Aunque el acuerdo sigue sin ratificarse diversas empresas del sector ya dan por hecho que habrá una mayor integración productiva en la región, por lo que ya han anunciado inversiones para elevar la capacidad productiva regional.

Una nota de Lilia González en El Economista, refiere que  Volkswagen de México  confirmó su plan de inversión por dos mil 500 millones de dólares hasta el 2020 en el país, y anunció que a raíz de la ratificación del T-MEC incrementará su proveeduría en Puebla para producir una nueva SUV el próximo año.

A su vez, las compañías de autopartes mantendrán sus inversiones y nuevos proyectos en Puebla tras el fin de producción del modelo Beetle en la planta Volkswagen.

Ahora desarrollan ingeniería para las nuevas piezas del vehículo que lanzará la automotriz alemana en el 2020, por lo que se descartaron riesgos de recorte de personal.

En otro caso, la automotriz BMW evalúa la estrategia para el desarrollo de motores en la planta de San Luis Potosí, que le permita cumplir con las nuevas reglas de origen de contenido regional previstas en el T-MEC, comenta Maru Escobedo, directora general de la empresa alemana en México.

Las empresas General Motors, Ford, Fiat Chrysler y Tesla cumplen en promedio con la exigencia de un Valor de Contenido Regional (VCR) de 75% para comercializar automóviles con las ventajas arancelarias del T-MEC.

El T-MEC, que aún falta su ratificación, incrementará el VCR de 62.5 a 75 por ciento, con una nueva metodología.

Óscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes, afirmó que el T-MEC contiene las reglas de origen automotrices más complicadas de todos los tratados de libre comercio del mundo.

 La industria automotriz capta divisas dos veces más que el ingreso de las remesas, y cinco veces más que los productos petroleros, además de cuatro veces más que el saldo del turismo. Esto significa que es el motor de las exportaciones mexicanas, destaca Eduardo Solís, presidente de la AMIA.