Por: René Sánchez Juárez
Los chilenos eligieron en una segunda vuelta electorala el izquierdista Gabriel Boric, quien ganó la elección con un 55.8.% frente al ultraderechista José Antonio Kast que obtuvo el 44.1% y donde participaron 8,3 millones de chilenos un 55% de acuerdo con el último censo y el más alto que se haya visto en la joven democracia chilena.
Con ello, Chile elige una nueva izquierda, el nuevo presidente con tan sólo 35 años ganó la segunda vuelta, después que en la primera quedó en segundo. Será en marzo del 2022 cuando se coloque la banda presidencial para convertirse en el presidente más joven de la historia del país andino.
Recordamos las manifestaciones de Chile en 2011, precisamente a esa generación es a la que Sebastián Piñera, actual presidente cederá el poder, Boric líder estudiantil de esas represiones ahora tendrá el poder presidencial. Es una generación que nació libre de la dictadura de Pinchet, Boric sólo tenía cuatro años cuando Pinochet dejó el poder.
La clave del triunfo fue moderar el discurso de izquierda y tender una mano a los partidos Concertación, la Democracia Cristiana y el Partido Socialista aquellos que no lo habían hecho por la alianza de Boric con el partido Comunista; sin embargo, se sumaron para la segunda vuelta, lo que le valió este triunfo inobjetable, que el candidato Kast y el propio Piñera lo felicitó a través de una llamada que fue televisada y lo invitó a una reunión.
La base de propuestas que Boric prometió a los chilenos ahora se convierten en su eje de gobierno, reconoce que la economía ha estado en un auge y no necesariamente se vio reflejada en la calidad de vida de sus ciudadanos y ellos ahora han optado por dejar de lado el neoliberalismo. Con una agenda progresista, que está en favor de la descentralización de la política, el feminismo, crisis climática, trabajo digno. Propone pensiones como en Canadá, eliminar las administradoras de fondo de pensiones, condonar los créditos estudiantiles, subir el salario mínimo y reducir las jornadas laborales. Simplificar el sistema tributario, evitar la evasión y recaudar el 5% del PIB.
El trabajo tendrá que empezarlo desde muy temprano, nombrar a sus ministros sobre todo de Hacienda, para calmar a los mercados internacionales e inversionistas, sobre todo aquellas que puedan afectar intereses privados como la cancelación de créditos y las pensiones, si es que quiere cumplir con un crecimiento del 3% anual. En temas de diplomacia la cercanía que tiene el partido comunista con la gestión de Daniel Ortega en Nicaragua podría ser polémica, aunque el propio partido ha dicho que el presidente será el encargado de la política internacional.
También está pendiente el constituyente que se encuentran redactando y cómo los diputados de izquierda puedan modificarlo.
La democracia chilena salió fortalecida y el fantasma de Pinochet cada día se ve más lejano, los resultados y el escrutinio fueron dados a conocer en tiempo record. En México debemos aprender de ese proceso y sobre todo del funcionamiento y el costo de los órganos electorales.
Pinochet y su modelo de economía neoliberal, quedan rezagados y se reivindica por esta generación de chilenos a Salvador Allende y su aportación a la transición democrática de Chile.
