Por: René Sánchez Juárez
Mientras en nuestro país se realizan los foros en el Parlamento Abierto en la Cámara de Diputados para debatir la reforma eléctrica y después de que el embajador Ken Salazar respaldara la reforma eléctrica del presidente López Obrador, se da la visita del enviado especial para el Clima y del gobierno de los Estados Unidos John Kerry.
El objetivo público que se mencionó por la visita del funcionario era encontrar áreas de cooperación regional; acelerar el despliegue de energías renovables; avanzar en la implementación de programas de la naturaleza como Sembrando Vida; controlar en la transición hacia el transporte eléctrico sustentable; entre otros temas medioambientales; sin embargo, es de suponer que el tema de fondo debe ser la reforma eléctrica.
Durante la visita se acordó la creación de un grupo de trabajo que impulse la generación de energías limpias, algo similar a lo que se hizo durante las negociaciones del T-MEC.
El gobierno mexicano trató de enfocar la visita a la promoción de energías limpias y no hacia la reforma eléctrica. Ebrard descartó algún tipo de reclamo por la reforma que busca fortalecer a la Comisión de Electricidad por encima de empresas particulares. También comentó que la preocupación de Kerry es acelerar el paso hacia energías limpias, electromovilidad, e incrementar la producción de todo tipo de energías que no consuman combustibles fósiles.
Pero Kerry síse manifestó sobre la reforma: “Respetamos totalmente la soberanía de México. Sé que el presidente ha comenzado a hacer unas reformas que son importantes para él y para su país. Lo que nosotros queremos hacer es trabajar con México para reforzar, como dijo la secretaria (de energía de EE. UU. Jennifer) Granholm, para fortalecer la posibilidad de que el mercado sea abierto, competitivo”
La llegada de Kerry es una señal que tanto el gobierno como los inversionistas estadounidenses están muy atentos, recordemos que, en la Cámara de Representantes, los republicanos ya habían solicitado la intervención del gobierno por la reforma eléctrica y sus posibles afectaciones a las inversiones de particulares, pero fueron ignorados.
Si bien por ahora los EE. UU no interferirán de manera directa, que es lo que la oposición en la Cámara de Diputados esperaría, el gobierno estadounidense vigilará que la reforma cumpla con lo estipulado en el T-MEC.
La reforma sigue caminando, bajo más escrutinio, pero avanza. La que sería la mayor victoria de la Cuarta Transformación, incluso sobre la revocación del mandato.
