Por: René Sánchez Juárez
La visita de Joe Biden a Polonia en el contexto de la invasión de Rusia a Ucrania, dejó varias declaraciones que evidenciaron al presidente de los Estados Unidos sobre su liderazgo de occidente en la situación bélica que está ocurriendo en Europa.
Manifestó sobreVladimir Putin, “por el amor de Dios: ese hombre no puede permanecer en el poder” calificándolo de “carnicero”, con lo que se daba a entender que Rusia debería de cambiar de régimen y con ello la caída de Putin.
Tras esta pifia la Casa Blanca tuvo que salir a corregir a su presidente, matizando las palabras que había manifestado, aclarando que Biden no estaba incitando a un “cambio de régimen” sino refiriéndose a que se debía impedir que Putin ejerciera cualquier poder “sobre sus vecinos o en la región”.
También el secretario de Estado, AntonyBlinken comentó que no se trata de un cambio de régimen. El pueblo ruso tiene que decidir quién quiere que lo dirija.
Otro comentario dirigido a Putin de parte de Biden, fue “no se le ocurra avanzar una sola pulgada dentro del territorio de OTAN” ya que ratificó que un ataque a un aliado es un ataque a todos y defenderán con toda la fuerza del poder colectivo.
Los comentarios de Biden no sólo causaron efecto en la Casa Blanca, sino también en Francia, donde Emmanuel Macron se distanció de estas declaraciones, ya que el presidente francés sigue en comunicación con Putin, tratando por la vía diplomática que el conflicto termine. Mientras que Biden “atiza las llamas” Macrón señala que “compartimos con ellos (EEUU) muchos valores, pero los que vivimos al lado de Rusia somos los europeos”.
Basta recordar la política Monroe de los Estados Unidos “América para los americanos” que establecía la defensa de América Latina de colonialismos europeos, pasó al destino manifiesto, de que EEUU estaría destinado a expandirse y defender la libertad desde el Atlántico hasta el Pacífico.
Esta idea de libertad y democracia la han ido expandiendo a partir de la segunda guerra mundial en Europa, en América Latina patrocinando golpes de Estados e intervenciones a gobiernos legítimamente electos, pero no que coincidían con los valores de occidente, esto también se observó en el Medio Oriente Irak, Libia, Siria incluso África.
Todo lo anterior pudo llevarlo a cabo porque no enfrentaba a otra potencia que la igualara en poder militar, pero enfrentar a Rusia para lograr un cambio de régimen como está acostumbrado no lo podrá hacer.
Mientras tantoMacron trata de llenar el vacío de poder que dejó Merkel en la Unión Europea al tratar de llevar la paz en su región, sin la “ayuda” de los Estados Unidos, que más que bajar la intensidad, provoca a Rusia para defenderse de la OTAN.
