Por: René Sánchez Juárez
Este fin de semana el presidente estuvo de gira en Centroamérica, donde visitó a sus homólogos de El Salvador, Honduras, Belice y Cuba y fue en este último donde se abordaron temas relevantes para ambas naciones.
Por un lado, se trataron los temas bilaterales, uno en materia sanitaria y enfrentamiento al Covid-19, donde expresan la voluntad de ambos gobiernos de fortalecer los lazos históricos, así como promover la capacitación de recursos humanos, la investigación y la asistencia médica en diferentes áreas y establecer el marco jurídico para desarrollar la cooperación técnica, científica y académica.
El otro acuerdo es una declaración que expresa la voluntad de seguir fortaleciendo los históricos vínculos de hermandad y solidaridad, consolidar una nueva etapa en la relación bilateral y promover el desarrollo de las relaciones sociales, económicas y culturales, educativas y comerciales.
También el presidente Miguel Díaz-Canel condecoró a Andrés Manuel López Obrador, con la Orden José Martí, la más alta distinción que conceden las autoridades cubanas a una personalidad extranjera.
Pero lo más relevante de la visita oficial, fue el respaldo que ofreció el presidente mexicano al gobierno cubano en dos sentidos, primero abogar ante el presidente Joe Biden para no ser excluidos de la próxima Cumbre de Las Américas, el mes de junio en la que no se contempla a Nicaragua y Venezuela. Incluso varios países de la Comunidad del Caribe han advertido a Washington que si persisten en exclusiones ellos no acudirían.
Por otro lado, AMLO también criticó a EE.UU. por su política en contra de la isla en materia económica y se ofreció a usar sus buenos oficios con el presidente Biden, afirmó que “es el momento de una nueva convivencia”.
En su discurso López Obrador dijo “Nunca he apostado ni apostaré al fracaso de la Revolución cubana, a su legado de justicia y a sus lecciones de independencia y dignidad... prefiero seguir manteniendo la esperanza de que la Revolución renazca en la Revolución, de que la Revolución sea capaz de renovarse para seguir el ejemplo de los mártires que lucharon por la libertad”
Por todo lo anterior se puede ver que Andrés Manuel comienza a manejar de forma diferente su política exterior, en esta segunda mitad de su sexenio empieza a tomar más su papel de líder en América Latina y qué mejor forma que ser quien termine o siente las bases para un posible fin al embargo de los Estados Unidos sobre Cuba.
México retoma su papel de liderazgo en América Latina empezando por su vecinos al Sur y el Caribe y que seguro se extenderá a Sudamérica. La otra señal es para las aspiraciones del Canciller Ebrard en la carrera presidencial. Sin perder de vista la tesis de AMLO que la mejor política exterior es la política interior. Los tiempos de la sucesión avanzan al ritmo que marca el presidente.
