Los chilenos prefieren la Constitución de Pinochet

René Sánchez Juárez

Con el 99,78% de los votos escrutados, los chilenos volvieron a rechazar la propuesta de constitución a través del mecanismo de democracia directa, el plebiscito en el que participaron el 84% de la población con derecho a participar. El 55.76% optaron por votar en contra la nueva constitución.

 

Recordemos que el año pasado también escribíamos en este espacio sobre el primer plebiscito en el que votaron también por el “no”. Acababa de llegar a la presidencia Gabriel Boric y el Constituyente de mayoría de izquierdas propusieron una constitución muy progresista con lo que enterrarían la vigente, que data de 1980 impuesta por el entonces dictador Augusto Pinochet.

 

En esta ocasión el constituyente de mayoría de derecha había propuesto una constitución muy conservadora por lo que el gobierno de Boric había hecho el llamado a los chilenos para votarla en contra.

 

Con estos resultados no puede hablarse de un triunfo del gobierno de Boric, ya que no pudieron avanzar con una constitución de izquierda, y sólo pudieron frenar la de derecha, y con ello mantienen la constitución de Pinochet.

 

Incluso la expresidenta Michelle Bachelet manifestó “Yo siempre prefiero algo malo que algo pésimo” alusivo a que prefería mantener la constitución tal cual está y no aprobar la propuesta de la derecha.

 

La vocera presidencial Camila Vallejo ratificó la postura del Ejecutivo que ha puesto fin al proceso constituyente en lo que será el periodo de Boric y no habrá un tercer intento.

 

Durante su campaña el ahora presidente manifestaba que “Si Chile fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba” pero después de los resultados la herencia de Milton Friedman sigue vigente.

 

Chile es el único país latinoamericano que hizo un experimento consistente y profundo de política económica neoliberal, precisamente durante la dictadura de Pinochet que duró entre 1973 y 1990 y que fue asesorado por el propio Friedman.

 

Esto le permitió alcanzar índices del Producto Interno Bruto similares a países europeos; sin embargo, esto no se reflejó en el bolsillo de los ciudadanos lo que provocó las protestas en 2019 y eventualmente el cambio de régimen en 2022.

 

Con la decisión de rechazar la constitución los chilenos mandan el mensaje de que prefieren mantener la constitución tal y como está y que no permitirán más experimentos como los que los llevaron a las condiciones de desigualdad que existen en el pías sudamericano.

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