Los recursos que el gobierno debe destinar para el pago de intereses y otras cuestiones, conocida como el costo financiero de la deuda de México, aumentará en 2023 y se colocará a 3.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

El incremento del costo de la deuda se disparará el siguiente año ante el incremento en las tasas de interés de diversos bancos centrales para combatir los altos niveles de inflación.

Para el siguiente año, el gobierno federal  espera que el costo financiero de la deuda sea por poco más de 1.07 billones de pesos, lo que representa un incremento de 30 por ciento respecto a lo aprobado para este año.

De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública, en el comportamiento del costo financiero de la deuda pública presupuestaria como proporción del PIB para el 2023 influyen diversos factores, como son el nivel de las tasas de interés; el tipo de cambio; el acervo de deuda ya existente; el crecimiento esperado de la economía, y el nuevo endeudamiento que se contrate durante dicho ejercicio.