6 de cada 10 reportan estrés laboral

Un análisis de la agencia de empleo Robert Walters reveló que el 60% de los profesionales declara haber sufrido alguna forma de estrés laboral.

Cuando se les preguntó con qué frecuencia se sentían así, un tercio declaró que "muy a menudo" (33%), otro 27% afirmó que "algo a menudo", y un 31% señaló que le ocurría "a veces". Sólo el 9% declaró no haber experimentado ninguna forma de "estrés recurrente" en el trabajo este año, con una frecuencia de tres veces o más durante 7 días seguidos.

Cuando se abordan las causas del estrés laboral, la preocupación por la estabilidad en el empleo es el desencadenante más común (45%). Le siguen la presión de la dirección (23%), la falta de aumento salarial (19%) y la mayor carga de trabajo este año (13%).

A la pregunta de quién es la responsabilidad de gestionar el estrés laboral, el 45% de los profesionales respondieron que es de Recursos Humanos y de los altos directivos, seguidos de los superiores jerárquicos (34%).

Sin embargo, menos del 20% de los profesionales considera que los empresarios están haciendo lo suficiente, otro 27% cree que se han hecho algunos esfuerzos, pero que son insuficientes, mientras que la mayoría (55%) afirma que los empresarios simplemente no están haciendo lo suficiente.

En ese contexto, Chris Poole, director general de Robert Walters, dijo que los empresarios deben encontrar el equilibrio entre no arruinarse y no presionar a los directivos para que solucionen el estrés laboral, pero sin dejar de ser proactivos y escuchar las necesidades de sus empleados.

El sondeo observó que largas jornadas de trabajo, cargas de trabajo pesadas, plazos ajustados, expectativas laborales poco claras, inseguridad laboral y conflictos con compañeros o supervisores son factores que contribuyen al estrés laboral.

Si no se aborda, el estrés laboral puede convertirse en una bola de nieve que se traduzca en mayores tasas de rotación, niveles de agotamiento de los empleados, absentismo y menores niveles de productividad.

Poole añadió que el estrés en el lugar de trabajo es algo que todos los miembros de la empresa contribuyen a crear, pero corresponde a los directivos y a los responsables de RRHH marcar la pauta sobre cómo gestionarlo, vía intervenciones sencillas, como asegurarse de que las cargas de trabajo sean manejables, establecer plazos realistas y garantizar que los empleados tengan acceso a apoyo, espacios seguros y recursos pertinentes.

Ello puede ayudar a aliviar la presión en el lugar de trabajo, así como la vida laboral cotidiana de los profesionales, concluyó.

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