Sobre trabajo quema a los trabajadores

¿Sientes que el trabajo no termina y ni cuando estás de vacaciones pausas porque hay un pendiente que no puede esperar? ¿Has experimentado estrés y agotamiento laboral crónico? De acuerdo con la OMS, el burnout o mejor conocido como “estoy tronadísimo o quemadísimo por el trabajo” es una de las grandes enfermedades laborales en la actualidad, expone la especialista en finanzas Sofía Macías, autora del "Pequeño Cero Capitalista".



Pensamos —los jefes o Recursos humanos piensan— que tenemos que estar todo el tiempo trabajando para ser productivos y que el descanso es una pérdida de tiempo, pero de acuerdo con Alex Pang, el autor de 'Rest' y 'Shorter', los estudios han demostrado que el descanso alimenta la productividad y evitarlo nos puede llevar a rendir menos y acabar con el síndrome del quemado.

Esto no es solamente de “respira hondo y aguanta", sino proponer en el trabajo algunos lineamientos y técnicas para reducir el estrés y el agotamiento físico, mental o emocional que te está acelerando la chamba, pero que también ayudan a mejorar el enfoque y la productividad, para que haya menor resistencia a implementarlos.

En ese contexto, Macías Liceaga propuso acciones, para compartir con compañeros para que puedan tener más peso al proponerlas y busquen que se adopte al menos una cada semana:

  1. Solicitar las tareas y objetivos de cada área. Esto les ayudará a que cada uno conozca sus deberes, evitará la duplicidad de trabajo, que algunos realizarán la chamba de otros y podrán medir más claramente los resultados.
  2. Proponer el uso de herramientas de comunicación exclusivas del trabajo y para el trabajo, como el email y Slack para comunicarse con los equipos y algún software como Google Drive, Meet, One Drive, etcétera. Al evitar el uso de WhatsApp, Telegram o cualquier servicio de mensajería que uses para tu vida personal, será menos probable que en las empresas se mantenga el contacto fuera del horario laboral.
    3. Acordar con todas las áreas que la resolución de pendientes será dentro del horario laboral. Si algo excepcional “urge” —no se vale que sea “de vez en diario”—, definan la hora en la que se llamarán para resolver el pendiente.
    4. Combatir la “juntitis” definiendo horarios y reduciendo la duración de las reuniones. De acuerdo con algunos estudios, se recomienda evitar juntas en las horas más productivas del día (las primeras 3 o 4 horas de la mañana). Asimismo, no pueden durar más de 40 minutos y es súper importante llegar con una minuta o agenda de trabajo previa, para que nadie pierda el tiempo.
    5. Comprometerse a reducir las distracciones. Si pasan muchas horas en la oficina, pero también en redes sociales o haciendo cosas personales en el horario laboral está en chino salir a tiempo. Buscar que enfocarse sea una forma de trabajo da mayores herramientas para negociar con los horarios.
    6. Proponer 1 o 2 días de home office a la semana. Muchas personas se tienen que desplazar por horas largas para llegar a la oficina y eso siempre genera un estrés adicional.
    7. Introducir una semana laboral de 4 días o jornadas laborales de 6 o 7 horas, ¿quéééé? Sí, así como lo lees. Hay estudios que demuestran que las jornadas laborales cortas suben la productividad de la empresa. Es seguro que al principio sea difícil adoptarlo o que tus jefes piensen que estás loco, pero reducir el horario laboral, aunado a prácticas de productividad, permite combatir el agotamiento laboral. Busca el libro Shorter de Alex Pang para más referencias.

A nivel personal también puedes hacer algunos cambios para reducir tu estrés:

1. Prioriza tus actividades, realiza las más difíciles o que requieren mayor reto cognitivo al inicio del día y deja las otras para el resto del día.
2. Evita traer la oficina en el bolsillo y con esto me refiero al correo sincronizado a tu teléfono personal, archivos, documentos, etcétera.
3. Toma un tiempo libre al día para recargar pilas. De acuerdo con estudios se recomienda tomar unos minutos cada 2 horas para levantarse del escritorio, hacer unos ejercicios o meditar.
4. Aprende a decir “no” o pedir plazos más adecuados. Es común que los empleados sientan que no pueden negarse a una tarea o actividad adicional a la sobrecarga de trabajo o que los distrae de sus actividades prioritarias por miedo a perder el empleo, pero aprender a decir “no” te permitirá mantenerte enfocado y productivo en tus tareas diarias. Cuando lo hagas explica cuáles son las prioridades de tu área o cuáles son los tiempos adecuados que toma lo que te solicitan.

Agregó que son muchos cambios, pero una vez que propongas una primera acción, con el propósito de reducir el agotamiento laboral, se verá que es más fácil de lo que imaginas, ya que no sólo será un beneficio para ti sino para toda la compañía y los que ahí laboran, pues se incrementará la productividad, el balance de vida y la satisfacción por el trabajo realizado.

Please publish modules in offcanvas position.