No cabe duda de que no hay peor explotación que la auto explotación. Hay muchas personas que deciden trabajar como autónomos o emprender porque quieren ser su propio jefe, pero ¿Qué pasa cuando las condiciones de trabajo que te das son peores que las que tenías?
Sobre este tema, la especialista en finanzas personales, Sofía Macías destaca que es importante que construyas tus propias prestaciones, para que no seas como aquellos jefes para los que evitaste trabajar y no acabes tronad@. Además, muchos son deducibles de impuestos.
¿Qué puedes hacer?
- Salud: las primas de seguros de gastos médicos mayores o los pagos al IMSS son deducibles de impuestos si te inscribes de forma voluntaria. Lo mismo los honorarios médicos y dentales, análisis, chequeos, nutriólogos, psicólogos, etcétera, así que nada de descuidarse.
Retiro: ahorra por tu cuenta en una Afore o en un plan personal de retiro (PPR). Este ahorro puede ser deducible hasta ciertos límites cada año.
Aguinaldo: si el aguinaldo para un asalariado en México es de 15 días de salario, como independiente puedes ahorrar 4.16% de tus ingresos desde enero y reunirías el equivalente a medio mes del promedio de tus ingresos. Si empiezas ahora y quieres llegar con el monto, puedes duplicar el porcentaje. Esa suma sería una alivianadota con los gastos de fin de año y dejarías de ver con envidia a tus amigos asalariados.
• Vacaciones: también podrías ir ahorrando cada mes para viajar y descansar, en lugar de conformarte con “Acapulco en la azotea” o viajar con base en el tarjetazo feroz, pero quizás acá el tema más importante es que te des el tiempo. Aparta semanas fijas al año de vacaciones y avisa a tus clientes con anticipación que estarás fuera.
La planeación es clave para que no tengas que llevar la computadora a todos los lados o estés con el teléfono en juntas mientras los demás disfrutan del destino paradisiaco al que te fuiste.
Vivienda: no sufras por el Infonavit. Si ahorras para un buen enganche (20-30% del valor de la propiedad), cuidas tu historial crediticio y cumples con los ingresos, puedes conseguir un crédito bancario en mejores condiciones. Y el bonus es que los intereses hipotecarios, por encima de la inflación que pagues, los puedes deducir en la declaración anual.
La idea ahora es que hagas la lista de prestaciones que te quieres dar y qué acciones vas a tomar para construirlas.
