The Economist Intelligence Unit advirtió que en medio de un escenario de menor crecimiento, existe además el riesgo de una recesión en 2023 o 2024, en medio de la persistencia de la inflación por altos precios en alimentos y temores sobre el suministro mundial de alimentos.

Pronosticó que el crecimiento de la economía global será de 2.1 por ciento, mientras que de 7.1 por ciento en inflación.

Por regiones, Estados Unidos tendrá un crecimiento de 1 por ciento en 2023-2024, Europa de 0.8 y 1.7 por ciento para esos años, China de 3 y 5.5 por ciento, mientras que América Latina del 1.5 y 2.3 por ciento.

Alertó que los riesgos siguen siendo altos en medio de los riesgos para las exportaciones de cereales de Rusia y Ucrania (juntos, estos países representan alrededor de un tercio del comercio mundial de trigo), así como preocupaciones sobre un recrudecimiento de la guerra.

Advirtió que la escasez inducida de fertilizantes ha resultado exagerada; sin embargo, la voluntad de Rusia de retrasar su final de un acuerdo que permita el paso de granos fuera de Ucrania sigue en duda, aunado a una eventual escalada de la guerra en Ucrania, sobre todo tras el inicio de la contraofensiva de Ucrania.

Además, los precios de los alimentos se mantienen alto (debido a los fenómenos meteorológicos extremos y a los elevados costes de la energía y el transporte), lo que aumenta el riesgo de daños sociales. disturbios a nivel mundial y del aumento de la pobreza en los países emergentes.

Incluso, fenómenos meteorológicos extremos, agravados por el probable resurgimiento a finales de este año del fenómeno de El Niño, alimentan aún más la inflación mundial, señaló.