El patrimonio neto del mundo se triplicó en dos décadas, es decir, entre 2000 y 2020, periodo en el que los activos pasaron de 440 billones de dólares a mil 540 billones en 2020, mientras que el patrimonio neto creció de 160 billones a 510 billones.
De acuerdo con el informe “El auge del balance mundial: ¿en qué medida estamos utilizando nuestra riqueza de forma productiva?”, de la consultora McKinsey & Co, después de dos décadas de turbulencia financiera, el mundo nunca ha sido más rico, aunque hay grandes variaciones entre países y hogares.
El patrimonio neto medio per cápita era de 66,000 dólares más o menos un millón 401 mil pesos, pero existen grandes variaciones entre las economías y aún más entre los hogares de una misma economía.
El patrimonio neto es el depósito de valor que define la riqueza y ayuda a generar ingresos futuros; es lo que queda después de la deducción de todos los activos y pasivos financieros y, por tanto, equivale al valor de los activos reales no financieros.