Se necesitan alianzas internacionales, mejores planes y políticas de movilidad laboral para la gestión sostenible de la migración, dijo la directora general electa de la Organización Internacional de las Migraciones de la ONU, Amy Pope, a los asistentes a la Conferencia Internacional sobre Desarrollo y Migración celebrada ayer en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia en Roma. 

  “La evidencia muestra que la migración bien gestionada estimula el desarrollo económico. Teniendo en cuenta las tendencias demográficas y el cambiante mercado laboral mundial, debemos comenzar ahora a crear soluciones migratorias más integrales, inclusivas y estratégicas e integrar políticas de movilidad más estratégicas y humanas en los planes de adaptación regionales y nacionales”, dijo Pope.  

La Conferencia, organizada por el gobierno italiano para abordar desafíos migratorios como la migración irregular y el desplazamiento internacional forzado, incluidas sus causas fundamentales, reunió a representantes de países europeos, africanos y de Oriente Medio involucrados en la gestión de los flujos migratorios. 
 
En un contexto internacional caracterizado por crisis económicas, conflictos y desastres naturales, la migración se perfila como uno de los fenómenos geopolíticos más importantes del siglo.  
 
Los efectos adversos del cambio climático y la degradación ambiental, en particular, están impulsando cada vez más la migración y el desplazamiento interno. “El año pasado, los desastres naturales desplazaron a 32.6 millones de personas: 7.5 millones solo en el África subsahariana”, dijo Pope. "Pero esto es solo el principio. La CMNUCC estima que más de 300 millones de personas viven en comunidades que son extremadamente vulnerables al cambio climático”.   
  
“Sabemos por experiencia colectiva que si las personas ya no tienen un hogar o una forma de ganarse la vida, se mudarán. esto es humano La migración es la primera y más humana estrategia de adaptación”. 
  
La migración, si se gestiona adecuadamente, puede contribuir al desarrollo de todos los países (ya sean de acogida, de origen o de tránsito) implicados en este fenómeno y de las sociedades a todos los niveles.
  
“Deberíamos invertir en el desarrollo y reconocimiento de habilidades”, afirmó Pope, “asegurar que los planes y políticas de movilidad laboral reflejen necesidades laborales realistas y escasez futura; e imaginar cómo la libre circulación regional, la reunificación familiar y la migración circular jugarán un papel en el desarrollo de un plan global para el desarrollo, no solo para Europa sino también para África”. 
  
Pope enfatizó la necesidad de alianzas estratégicas, progresistas y mutuamente beneficiosas para aprovechar los beneficios de la migración. “Ningún gobierno u organización internacional puede hacer este trabajo solo. Necesitamos invertir en alianzas en todos los sectores de la sociedad, necesitamos que el sector privado invierta, reconociendo que se benefician de una buena gestión de la migración, y necesitamos el apoyo de la sociedad civil”. 
 
Hizo hincapié en la necesidad de reforzar las medidas para prevenir y frenar los flujos migratorios irregulares evitando la pérdida de vidas, particularmente en el Mediterráneo, donde ya se han registrado cerca de 2 mil muertes desde principios de año.