Los republicanos nominaron al representante Steve Scalise, de Luisiana, como su elección para dirigir la Cámara de Representantes tras la destitución del anterior presidente, Kevin McCarthy, la semana previa.

El nuevo portavoz enfrentará la misma dinámica que hizo ingobernable el partido para McCarthy, derivado de una minúscula mayoría que ha dado poder a una facción de extrema derecha que no tolerará el compromiso con los demócratas que controlan el Senado y la Casa Blanca.  

Por 113 votos a favor y 99 en contra durante una reunión a puerta cerrada del partido, Scalise rechazó el desafío del representante Jim Jordan, de Ohio, presidente del Comité Judicial y favorito de la derecha dura.

Su candidatura pasará ahora a la Cámara de Representantes, donde reinó el desorden la última vez que los republicanos intentaron elegir a un portavoz y las divisiones en el partido podrían dar lugar a otra elección estridente.

Scalise fue capaz de reunir una pequeña mayoría en una conferencia díscola y rebelde, asegurando el apoyo de los miembros de los distritos ganados por el presidente Biden, así como el apoyo de los miembros de la ultraconservadora House Freedom Caucus.

Sin embargo, dado el estrecho margen, no estaba del todo claro si esa coalición sería suficiente para impulsarle a la victoria en la Cámara, donde debe obtener la mayoría para reclamar el mazo de presidente. Algunos republicanos ya estaban prometiendo forzar una lucha para instalar a Jordan, el cofundador de extrema derecha del Freedom Caucus.