El Indicador Multidimensional de la Manufactura BBVA, cayó -1.2 por ciento en su comparativo anual en junio, la primera contracción desde febrero de 2021, lo que implica que, en el acumulado semestral un crecimiento de 1.7 por ciento, nivel inferior al mismo lapso del 2022, no obstante la resiliencia de sectores como el automotriz.

La caída del mes de junio sugiere un punto de inflexión para la producción manufacturera en México, tras la debilidad que se ha observado en la demanda de bienes duraderos en Estados Unidos, explicó Saidé Salazar, analista de BBVA Research en el Monitor de Manufactura.

De acuerdo con los datos del INEGI, la producción manufacturera se contrajo -1.4% en mayo con respecto a abril, con caídas en las industrias alimentaria (-3.0%), química (-6.5%), y metálica básica (-2.8%), que en conjunto representan 32% de la producción del sector.

El segmento automotriz ha mostrado mayor resiliencia, alcanzando en mayo un nivel de producción 6.6% por arriba de su nivel-prepandemia; en términos de capacidad utilizada este componente reportó una cifra de 94.7%, la mayor desde el inicio del 2013, apuntando hacia mayor resiliencia de este segmento.

De hecho, el indicador de ventas minoristas en Estados Unidos ha mostrado variaciones positivas en el rubro de vehículos y autopartes, alcanzando en junio un nivel 11.0% por arriba de su cifra pre-COVID.

Los datos sugieren que la escasez de automóviles en años previos, derivada de los cuellos de botella y restricción de suministros, ha impulsado las ventas del sector automotriz este año, ante la normalización de las cadenas de valor.

Salazar estimó que la ralentización de la producción manufacturera en México se materializará con mayor ímpetu en la segunda mitad del año, ante el menor crecimiento de la demanda externa derivado de las altas tasas de interés y el apretamiento de las condiciones de financiamiento en Estados Unidos.