Hoy en día, la industria del automóvil ocupa el quinto lugar entre los principales compradores, con un volumen mundial de adquisiciones de semiconductores de alrededor de 47 mil millones de dólares y Se espera que para 2030 ocupe el tercer lugar con un volumen de mercado de alrededor de 147 mil millones de dólares, conforme estimaciones del Grupo Volkwagen.

En ese contexto, Volkswagen tomará el control en la compra directa a los fabricantes de semiconductores para evitar cuellos de botella y variantes en harware que afecten la complejidad de los softwares requeridos, en lugar de adquirir componentes electrónicos como unidades de control donde los proveedores de nivel 1 tenían en gran medida libertad para decidir qué piezas utilizar.

Así, en estrecha colaboración y asociación con los proveedores las adquisiciones del Grupo definirán qué semiconductores y otras piezas electrónicas se utilizarán.

“Un alto grado de transparencia en la cadena de valor de los semiconductores (el conocimiento exacto de las piezas utilizadas) permite determinar mejor la demanda y la disponibilidad global de estos componentes y la gestión de riesgos, que en el futuro se extenderá al nivel de los componentes electrónicos individuales y ayudará a detectar cuellos de botella a tiempo y a evitarlos.

Así lo afirmó Dirk Große-Loheide, miembro de la Junta Directiva de Compras de Turismos Volkswagen y miembro de la dirección del Grupo, al referir que para los semiconductores de importancia estratégica e incluso para los desarrollos propios planificados por el Grupo en el futuro, confiaremos en la compra directa a los fabricantes de semiconductores.

Para tal fin Volkswagen y sus marcas desarrollan un comité de fuentes de semiconductores (Semiconductor Sourcing Committee (SSC). creado especialmente para este fin, con representantes de los departamentos de adquisiciones y desarrollo de las marcas, así como de Volkswagen Group Components y CARIAD.

La transparencia en materia de semiconductores permite identificar e implementar alternativas técnicas más rápidamente en caso de cuellos de botella. Otro efecto positivo es que una reducción en la diversidad de variantes en el hardware da como resultado un menor grado de complejidad del software”, dijo Karsten Schnake, miembro de la Junta de Adquisiciones de Škoda Auto y jefe del grupo de trabajo multifuncional COMPASS. (Cross Operational Management Parts & Supply Security), explicando las ventajas.

Los semiconductores son indispensables en la industria automotriz: no sólo son elementales para la producción en masa, sino que también son motores de innovación y clave para lanzar nuevos productos al mercado.

Por ejemplo, las innovaciones en los vehículos se caracterizan en gran medida por el uso de semiconductores: en 1978 sólo se instalaron ocho semiconductores en la unidad de control de un Porsche 911. Hoy en día, un Škoda Enyaq tiene alrededor de 90 unidades de control con unos 8 mil componentes electrónicos.

Esta evolución también repercute en el valor de los componentes electrónicos del vehículo, cuyo valor será más del doble en el año 2030 con respecto a la media actual de unos 600 euros por vehículo.